Enfermedades
Albinismo ocular
Definición
El nombre procede del latín «albus», que significa «blanco». El albinismo es una anomalía hereditaria de la pigmentación de los ojos, el pelo y la piel. Afecta a 1 de cada 40.000 personas en todo el mundo, pero más en África. Existen dos formas. La primera, llamada albinismo oculocutáneo, afecta a los ojos, el pelo y la piel, mientras que la segunda, el albinismo ocular, es más rara y sólo afecta a los ojos. Esta última forma se transmite genéticamente y está causada por la falta del pigmento ocular melanina, que hace que el iris del ojo sea translúcido o azul claro.
Síntomas
El primer signo de esta enfermedad es una disminución de la agudeza visual. Esto se debe a un defecto en el desarrollo de la fóvea, la parte de la retina responsable de la visión central. Este trastorno puede variar desde una ligera disminución hasta una caída brusca. La falta o ausencia de pigmento ocular también provoca hipersensibilidad a la luz, lo que se conoce como fotofobia. El nistagmo -movimientos incontrolables de los ojos- es también una característica de la afección en muchas personas con albinismo ocular. Por último, el estrabismo y defectos ópticos como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía pueden estar asociados a la enfermedad.
Tratamientos
No existe cura para el albinismo ocular. Sólo ayudas visuales específicas pueden aliviar los síntomas. Entre ellas están las gafas tintadas, muy útiles para reducir la hipersensibilidad a la luz, y las lentes correctoras, que se prescriben con frecuencia para corregir defectos ópticos. También es necesario protegerse del sol y realizar un seguimiento dermatológico, ya que el riesgo de desarrollar tumores cutáneos aumenta en los afectados. Por último, según los casos, puede proponerse una intervención quirúrgica para tratar el nistagmo o el estrabismo.
Contenido revisado y comprobado el 19.12.2024