Enfermedades
Oncocercosis ocular
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Definición
También conocida como «ceguera de los ríos». La oncocercosis, que puede causar graves picores y alteraciones de la visión, está causada por un gusano, una filaria: Onchocerca volvulus.
La enfermedad la transmite una mosca, la mosca negra, también conocida como «simulium», que vive principalmente en África y América Central. Esta mosca se alimenta de sangre y puede transmitir la enfermedad a través de picaduras.
Una vez que el gusano ha entrado en el cuerpo humano, puede permanecer allí más de diez años. Las hembras maduras producen larvas llamadas microfilarias, que se desplazan a la piel y los ojos. Y causan síntomas, algunos de ellos muy graves.
Se cree que cerca de 20 millones de personas en todo el mundo están infectadas por Onchocerca volvulus, de las cuales un millón sufre visión borrosa o pérdida de visión. Con estas cifras, la oncocercosis es la segunda causa de ceguera infecciosa en el planeta.
Dado que son necesarias múltiples picaduras para que se desarrolle la enfermedad, son sobre todo las personas que trabajan o viven cerca de ríos o arroyos, donde se reproducen los simúlidos, las que se ven afectadas por esta enfermedad.
Causas
Los simúlidos desempeñan un doble papel en la propagación de la enfermedad: son a la vez hospedadores intermediarios y vectores. En primer lugar, se infectan al ingerir las microfilarias presentes en la sangre de una persona enferma. Las larvas comienzan entonces a madurar directamente en la mosca. La siguiente vez que la mosca es picada para alimentarse, transmite las larvas a otra persona. Esta persona se convertirá en el huésped final del gusano y puede desarrollar síntomas de oncocercosis.
Una vez dentro del cuerpo, los gusanos se convierten en filarias adultas, que se reproducen en poco más de un año. A continuación, las hembras ponen larvas, que migran a la piel y los ojos y se aglutinan. Estas microfilarias pueden desarrollarse, por ejemplo, en la córnea.
Pueden producirse reacciones inmunitarias inflamatorias intensas. Onchocerca volvulus puede permanecer en el organismo durante diez o incluso quince años.
Síntomas
La infección por Onchocerca volvulus suele ser asintomática. Cuando no lo es, puede provocar reacciones inflamatorias intensas.
En el ojo, la oncocercosis puede manifestarse en forma de inflamación y lesiones que pueden desembocar en queratitis, que puede agravarse con el tiempo si la infección se cronifica, uveítis o neuritis, lo que provoca un deterioro visual progresivo o, en algunos casos, la pérdida total de la vista.
Cuanto más numerosas son las microfilarias, que tienden a migrar hacia la superficie de la córnea, pero también hacia el iris -más concretamente hacia la cámara anterior del ojo, es decir, el espacio entre la córnea y el iris-, más graves son los síntomas y más intensa la respuesta inflamatoria.
Los otros síntomas principales de la oncocercosis afectan a la piel, y se manifiestan principalmente como picor intenso y lesiones cutáneas en la zona de rascado, de nuevo debido a la respuesta inflamatoria provocada por la presencia de microfilarias.
Diagnóstico
El diagnóstico de la oncocercosis se basa en la detección de microfilarias. Para ello, se toman muestras de piel. Éstas se observarán al microscopio (biopsias cutáneas).
También puede realizarse un examen con lámpara de hendidura para identificar la posible presencia de estas microfilarias entre la córnea y el iris, en la cámara anterior del ojo, o sólo en la córnea.
Por último, la detección de la presencia de anticuerpos tiene un valor limitado, ya que es difícil distinguir una infección reciente de una antigua.
Tratamientos
El tratamiento de esta enfermedad parasitaria está dirigido a combatir directamente el gusano responsable de la oncocercosis. Consiste en tomar un antiparasitario: la ivermectina.
La ivermectina, cuya prescripción recomienda la OMS, no cura la enfermedad ni elimina por completoel Onchocerca volvulus, pero ayuda a limitar los síntomas y alivia a los enfermos reduciendo su presencia en la piel y los ojos. No mata a las hembras adultas, pero afecta a su fertilidad.
La ivermectina se toma por vía oral. Hay que tener en cuenta que tiene efectos secundarios potencialmente graves, como la encefalitis, si la persona padece también otra enfermedad parasitaria que haga estragos en las mismas zonas geográficas que la oncocercosis (desgraciadamente, esta doble infección no es infrecuente). Por tanto, es esencial comprobar si se padece esta enfermedad antes de iniciar el tratamiento con ivermectina.
Debe tomarse una vez al año, a veces dos, hasta que desaparezcan los síntomas. Esto suele ocurrir en torno a los diez años, el tiempo de vida de los parásitos adultos.
Junto con la ivermectina, también pueden ser útiles los corticosteroides, para reducir y calmar la inflamación, o los antibióticos, para combatir las bacterias que viven en los parásitos.
En todos los casos, cualquiera de estos tratamientos debe ser prescrito por un médico, que vigilará su eficacia y la posible aparición de efectos secundarios.
Prevención
En cuanto a la prevención, es aconsejable instalar una mosquitera o llevar ropa que cubra cerca de las zonas húmedas donde viven los simulios, para protegerse al máximo de las picaduras de insectos.
Referencia
- https://www.who.int/fr/news-room/fact-sheets/detail/onchocerciasis#:~:text=L oncocercosis%20es%20una%20enfermedad,y%20pr%C3%A9tiene%20l%C3%A9siones%20cutan%C3%A9es.
- https://www.vidal.fr/sante/voyage/maladies-voyage/onchocercose-cecite-rivieres.html
- https://www.avh.asso.fr/fr/sante-des-yeux/onchocercose/diagnostic
- https://www.avh.asso.fr/fr/sante-des-yeux/onchocercose
Contenido revisado y comprobado el 16/01/2025